El Centro histórico de Sevilla es la zona más popular, animada y visitada de la ciudad. Su encanto, la vida de sus calles y plazas, la belleza de sus edificios y monumentos y la historia que guarda cada esquina, lo convierten en una zona que disfrutar, recordar y amar para siempre.
Centro histórico de Sevilla
Sevilla es una ciudad muy especial en todos y para los sentidos. Aquí ya hemos visto por qué Sevilla huele a azahar, la magnitud de su Catedral, el encanto de barrios como Santa Cruz, Alfalfa o Arenal, la riqueza gastronómica de los bares del centro, la música, el arte y las canciones dedicadas a Sevilla y la historia que puede tocarse en sus paredes.
Una suma de goce de los sentidos que puede sentirse en solo un paseo por el Centro histórico de Sevilla. El centro es el origen de la zona del Casco Antiguo, que ocupa unos 4 km² para ser, junto a Venecia y Génova, de los más grandes de Europa. Algo por tanto único en España.
Hoy es la zona más comercial, turística y popular de Sevilla. Las tiendas más míticas y las más vanguardistas comparten espacio en calles siempre llenas de vida y buen ambiente. Teatros, museos y espacios espléndidos también van de la mano de músicos y artistas callejeros que ponen banda sonora a los paseos por Sevilla. Los edificios y monumentos más visitados, están pared con pared con los mejores restaurantes y bares de tapas donde conocer la gastronomía sevillana.
centro Histórico del mundo
Un compendio de historia, pueblos y evolución que forma parte del encanto de Sevilla. Tartessos, romanos, visigodos, musulmanes y cristianos dejaron su sello en el centro histórico de Sevilla. El mercado con América y el aprovechamiento del Guadalquivir permitieron a Sevilla convertirse en una de las ciudades más importantes del mundo durante siglos.
Aquí nació y evolucionó mucho arte. El papel destacado de Sevilla en el movimiento Barroco, del siglo de Oro o para el Romanticismo no es casualidad. Los artistas crearon, en parte, Sevilla, que fue a su vez la que les inspiró a culminar obras pictóricas, literarias y de arquitectura únicas e inigualables.
Toda esa historia está latente en una ciudad ahora moderna, pero que no olvida, ni pretende, significarse como una de las más importantes en la cultura, el comercio y el crecimiento histórico de la sociedad durante siglos. Piedras talladas o azulejos que se mantienen por la ciudad dan fiel testimonio de la grandeza de estos años.
Centro histórico de tu casa
Por supuesto que Sevilla tiene aspectos oscuros a lo largo de la historia. Guerras, divisiones, persecuciones, epidemias… son fenómenos lamentables a los que no escapa ni la más bella de las ciudades. Colores más alegres dejaron la Exposición Iberoamericana de 1929 o la Expo Universal de 1992. Solo dos hitos en la rica historia cultural de Sevilla, que han dejado también su huella en el centro histórico de Sevilla, así como en el corazón de los que allí estuvieron y hoy lo recuerdan.
Ahora la vida y los colores, sabores u olores del centro histórico de Sevilla se disfruta en la calle Sierpes, en Tetuán, llegando al Duque, la Campana o la Magdalena. Se vive en la Plaza Nueva, el Salvador, San Francisco, por la avenida Constitución o la Encarnación. Ahora uno se empapa de historia en la Catedral, los museos o la Plaza de España y siente el placer en sus bares de tapas. Ahora el Centro histórico de Sevilla es tu casa. Lo habitarás unos días quizá, pero lo será para siempre.