(Read in English) Sevilla es una ciudad de tradición. Muchas costumbres se mantienen a lo largo de los siglos para dotar de una idiosincrasia propia la ciudad. Tal es el caso de los azulejos de cerámica. Ejemplo de ello son las marcas que la historia ha dejado en forma de azulejos por toda la ciudad.
Legado de Piedra
Legado de Reyes
Siguiendo con las curiosidades de piedra que ya repasamos, vamos a centrarnos esta vez en la cerámica. En cómo están marcadas las calles con bellos trocitos de la historia en sus paredes.
Muchos son los ejemplos que podríamos destacar de la presencia de azulejos en Sevilla. Hemos elegido solo algunos y nos parece inevitable empezar por uno de los lugares con más encanto, y azulejos, de la ciudad.
Azulejos de cerámica en la Plaza de España de Sevilla
La Plaza de España, en el Parque María Luisa, es la más clara representación de la importancia de la cerámica en Sevilla. Tras 15 años de obras, la Plaza diseñada por Aníbal González se inaugura en 1929, para la Exposición Iberoamericana.
Los azulejos de cerámica tienen un gran protagonismo en la ornamentación de la Plaza. Cada uno de los 48 bancos que ocupan todo el semicírculo de la plaza, están adornados con azulejos. Se representan 46 provincias y los dos archipiélagos, además de Sevilla en varias ocasiones, al principio y al final de cada tramo de bancos.
Esta representación está formada por paños cerámicos, composiciones creadas a base de azulejos. Incluyen el nombre de la provincia y una escena histórica o representativa de la zona. Además, el suelo de cada provincia muestra un mapa con las ciudades más importantes en aquel momento. Tienes la explicación de los bancos de la Plaza de España aquí.
Studebaker de azulejos
Los sevillanos de cualquier edad reconocen, sorprendentemente, un modelo de coche de esta marca con un siglo de antigüedad. Esto se debe al mural de azulejos que ocupa desde 1924 la calle Tetuán.
La marca americana de automóviles encargó este lienzo cerámico en Triana. Se situó en el mismo lugar que está ahora, cuando la planta era ocupada por la bodega El Sport. Ahora alberga una joyería, cuyos propietarios están a vueltas con la Administración para acometer la necesaria remodelación del Studebaker, castigado por el tiempo y el vandalismo.
Las obras de Cervantes en los azulejos de Sevilla
Miguel de Cervantes vivió varios años en Sevilla. De ahí que varias obras del autor estén ambientadas en la ciudad. Para conmemorar el tercer centenario de su muerte, Sevilla quiso hacerle un homenaje.
En 1916, se elaboran y distribuyen 25 paneles cerámicos por los lugares de Sevilla que aparecen en las obras, principalmente Rinconete y Cortadillo. Así, hay referencias a episodios de esta obra en la calles Betis, Adriano, Joaquín Guichot o Nuñez de Balboa, en el Postigo del Alcázar, el Arquillo del Ayuntamiento, la Plaza del Pan, en las Puertas del Perdón y del Lagarto de la Catedral…
Otras obras o hechos históricos de la vida de Cervantes son reflejadas en azulejos de cerámica situados por toda Sevilla. Como ejemplos, los situados en la antigua iglesia del Convento de la Anunciación, en la calle Sierpes o la antigua Posada de Tomás Gutiérrez. Estos son algunos ejemplos, mira todos los azulejos que quedan en este artículo.
Azulejos de cerámica de la Sevilla literaria
Además de Cervantes, varios autores son recordados u homenajeados con paños de azulejos. Bécquer, Vicente Aleixandre, Blanco White, Cernuda, Pedro Salinas, Lope de Vega o los hermanos Machado son algunos de los escritores que forman parte de esta colección.
En las composiciones, se hace referencia a la casas donde nacieron, vivieron o fallecieron, los edificios donde estudiaron o hicieron carrera y algunos escenarios de sus pasajes literarios.
Via Crucis de la Cruz del Campo
Para comprender este Via Crucis, tendríamos que olvidar las Estaciones de Penitencia en la Semana Santa de Sevilla hoy. En otra época, los fieles realizaban esta procesión Cuaresma en vez de seguir el itinerario que hoy tienen las Cofradías (Estas son las mejores calles para ver la Semana Santa hoy).
El Via Crucis fue instaurado en 1521, con 12 estaciones, con salida desde el Palacio de los Duques de Medinaceli y llegada a una huerta a las afueras de la ciudad. En 1630 se cambió el destino a la Cruz del Campo, una cruz a las afueras de la ciudad para impulsar la piedad entre los viajantes que llegaban a Sevilla.
Además hay, supuestamente, 1.321 pasos desde la Cruz al Palacio, exactamente los mismos que desde el Monte del Calvario al pretorio de Pilatos. Por eso se eligió este trayecto y hoy se llama al Palacio la Casa Pilatos.
En 1720 se añadirían 2 estaciones más, teniendo ya las 14 que hoy se mantienen. Se trataba entonces de cruces sencillas y azulejos sobrios, cuyo uso fue desapareciendo hasta quedar olvidado. A mediados del siglo XX, los descendientes del Marqués de Taifa, impulsor del primer Via Crucis, recuperaron esta costumbre.
Con la ayuda de 14 Hermandades de Sevilla, volvieron a establecer los 14 azulejos que reflejan la Pasión de Cristo. Sin embargo, la historia volvió a repetirse con la modernización del barrio de Nervión, por donde discurre el Via Crucis.
En un último intento, la familia remodeló de nuevo los azulejos del Via Crucis, manteniéndolo como el único urbano de España. Como decimos, hasta 14 azulejos pueden encontrarse a lo largo de Luis Montoto, desde la Casa Pilatos y hasta la Cruz del Campo. Por cierto, quizá no sabías por qué tu cerveza favorita se llamaba así… Más información de Via Crucis en este post.
Azulejos de la Bella Susona
Este homenaje en forma de azulejos de cerámica es más oscuro. La Bella Susona era una judía residente en Sevilla a finales del siglo XV. Los judíos no vivían buenos momentos y el padre de Susona se convirtió en cabecilla de una conspiración. Las reuniones tenían lugar en su casa, por lo que Susona tenía constancia de sus planes.
Para conseguir una buena posición social, Susona tenía un amante cristiano de buena familia. A él le contó los planes que en su casa se preparaban. Esta confidencia tuvo consecuencias terribles, siendo ajusticiados todos los judíos que se reunían en casa. Después llegarían muchas más ejecuciones.
Repudiada por cristianos y judíos, Susona tuvo que buscar una nueva vida. Hay dos versiones. Una dice que recibió el perdón del obispo y se retiró a un convento durante años como penitencia. Después volvería para llevar una vida ejemplar. La otra, cuenta que Susona tuvo dos hijos con el obispo y tras ser abandonada, fue amante de un comerciante.
Lo que sí parece confirmado es lo que reflejó su testamento. Atormentada por sus actos, Susona dejó orden de que su cabeza fuera separada del cuerpo y colocada en la puerta de su casa. Se hizo como ejemplo de la desdicha provocada por los malos actos.
La calavera estuvo décadas allí colgada, en la que se llamó calle de la Muerte, ahora calle Susona. En su lugar se colocó un azulejo que representa la calavera y una placa que cuenta su historia. Lee para saber más sobre esta historia.
Estos son algunos ejemplos de azulejos de cerámica que incluir en tu visita por las curiosidades de Sevilla. Seguiremos buscando más azulejos… y más curiosidades. Puedes encontrar todas en el Mapa de curiosidades de Sevilla.
Curiosidades de Sevilla: Legado de Reyes
Curiosidades de Sevilla: Legado de piedra
Curisidades de Sevilla: Azulejos de cerámica