¡Llega la Velá de San Miguel!

El mes de septiembre es la vuelta del verano, arrancan los colegios, comenzamos las rutinas y propósitos de final de año, etc, pero no hay que olvidar que también es el mes de las fiestas de San Miguel, nuestra última feria sevillana del año.

Los orígenes de la Feria, ahora conocida como Velá de San Miguel, se remontan al siglo XIII. El Rey Alfonso X “El Sabio” permitió que Sevilla tuviera dos ferias, una en primavera y otra en otoño. 

Su finalidad era promover la compra y venta de productos agropecuarios. Años más tarde, se empezaron a celebrar corridas de toros, que se mantienen en la Real Maestranza.

En el año 1875, el Ayuntamiento crea la Feria de San Miguel, con exclusivo espíritu ganadero, para suplir la falta de espíritu mercantil de la Feria de Abril, fundada en 1846.

La Velá de San Miguel está afianzada como la feria de otoño y ofrece una amplia carta de actividades para adultos y niños. El lugar elegido suele ser los aledaños al río Guadalquivir, y más en concreto el año pasado se ubicó en el muelle de la Sal. Allí se pudieron disfrutar de puestos gastronómicos y artesanos entre otros. 

Además, los más pequeños pudieron divertirse en numerosas atracciones infantiles,y los más mayores, disfrutar de las casetas y actuaciones musicales.

Por otro lado, famosos son los carteles taurinos de la Feria de San Miguel y que arrancan el 27 de septiembre en la Real Maestranza y finalizan el 29 de septiembre. Si no sabes donde conseguir entradas, te sugerimos que accedas aquí y no pierdas la oportunidad de vivir la experiencia desde dentro.

Aprovechando que ese fin de semana, una de las zonas más visitadas de la ciudad es el barrio del Arenal y la Maestranza, ¿por qué no disfrutar de la zona? Si algo tiene Sevilla, además de su belleza, es una extensa oferta de bares y restaurantes. Disfrutar de una bebida bien fría con una tapa o aprovechar y comer o cenar si vas a ver los toros, siempre es un buen plan. 

Te proponemos varios bares en los que sí o sí tienes que pararte a comer algo:

  • Casa Pepe Hillo, situada en “La casa de las Moscas”, construida por Gómez Millán en 1927, en la calle Adriano 24, es una de las calles con más vida en Sevilla. La historia cuenta sus años como punto de encuentro de aficionados a los toros, de largas horas de tapeo y tertulias antes del paseíllo al Tendido 11 de la Real Maestranza de Sevilla.
  • Bar Postiguillo, frente a las Reales Atarazanas, se encuentra esta casa construida por el marqués de Torrenueva en el siglo XVIII. Aunque después fue lonja de pescado, aún mantiene sus columnas romanas rodeadas de arcos, con muros arañados por el tiempo y una gran colección de cabezas de toro de diferentes ganaderías y pelajes.
  • Bar Baratillo, con su incomparable ubicación del restaurante, frente a la Hermandad del Baratillo y la Real Maestranza, les convierten en el punto de encuentro más conocido del mundo taurino de Sevilla. Sevillanos y visitantes convergen en el Baratillo para vivir la tradición del tapeo en pleno Arenal.

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