El pasado puente del Pilar tuvimos la visita de unas amigas en Sevilla. Nuestra intención fue visitar los bares a los que vamos siempre. Aunque ninguno es especialista en este tipo de recetas, nos la jugamos a la búsqueda de tapas veganas en Sevilla (en bares en los que no las esperas).

Les dejamos la carta en todos ellos, para pasar un día completo conociendo su dieta y, por qué no decirlo, haciendo «malabares» para encontrar tapas veganas y que no repitiesen elección en ningún sitio. Aunque hay sitios especiales de tapas veganas en Sevilla, no todos nosotros estábamos dispuestos a dejar de pedir nuestras tapas típicas favoritas…

Desayuno vegano en Sevilla

Lo más fácil, la verdad. Quedamos en la Plaza del Salvador para empezar el día y nos sentamos en la la terraza del Universal. Ir al bar para desayunar en Sevilla es habitual, el típico el café, el zumo de naranja natural y la tostaíta. Yo siempre la pido de jamón, pero mis amigas se decantan por compartir una entera de aceite de oliva.

Cargado el cuerpo, nos vamos a reconocer los alrededores de la Catedral y, chafado algún plan de la visita gastronómica por las obras de Mateos Gago, alargamos el paseo por el centro histórico hasta la hora del amuerzo.

Tapas veganas en Sevilla

Volvemos cerca del punto de partida, no pensamos salir más allá de los 4 km de centro que tiene Sevilla. Solo queremos estar en la calle, importante el aire libre y las terrazas este año, y disfrutar del tiempo y las tapas veganas juntas… aunque con distancia.

En la zona de la Alfalfa, les llama la atención el nuevo Donaire. Una taberna típica que se ha renovado este mismo año. Ofrece un nuevo concepto, con extensa carta de vinos, cervezas y cócteles pero… ¿y tapas veganas? Vamos a pedir solo un plato en cada sitio, empezamos a comer por la ensalada. De tomate, aguacate, cebolla y rúcula. Y esta vez sí, nos apuntamos.

Salimos en dirección a la Catedral de nuevo y nos encontramos con el Estrella abierto. Esta semana han vuelto después de permanecer cerrados desde la primera semana de Marzo. Al pasar por la terraza, un camarero majete nos invita a sentarnos.

– «¿Tienes algo vegano?» – «Algo siempre hay». Nos quedamos. No diré lo que yo pedí (imperdible para ‘mi dieta’ en el Estrella) pero mis amigas veganas disfrutaron de las espinacas con garbanzos.

Salimos por la misma calle a Argote de Molina, la ‘cuesta del Bacalao’, y en esa misma calle, decidimos sentarnos a tomar una en la terraza de Antigüedades. Lo que antes era un pub, hoy es un bar de tapas ecléctico, lleno de reproducciones de cuadros históticos. Pedimos unas alcachofas a la plancha, con la originalidad que le aporta al plato un salmorejo bicolor.

Como nos lo recomiendan sin haber consultado específicamente lo que buscábamos, esta vez nos apuntamos todos también. Desde allí, nos vamos al único restaurante que visitamos sin terraza. Nos acercamos a Pelayo, a un minuto andando y con un amplio salón. Vamos mucho últimamente, porque tiene un menú del día muy interesante. Aunque hoy no es lo que toca, hoy tapeamos y, esta vez sin mi compañía (pido otras especialidades), se decantan por el pisto casero.

Pedimos el café allí mismo, nos invitan a chupitos y nos vamos de paseo de nuevo. Una vuelta por el barrio de Santa Cruz para aprovechar el fresquito de sus callejuelas y camino al barrio del Arenal para tomar una copa de tardeo sevillano.

Como siempre pasa, se alarga la tarde y nos llega ‘el hambre al cuello’. Iría de visita a cualquiera de los bares por la Maestranza que conozco… demasiado taurinos para ellas. Volvemos a la zona del Salvador, por si les cuesta levantarse para volver al hotel.

Universal engloba tres bares en los mismos soportales. Allí nos vamos a mover para cenar. Decidimos visitar el vecino Luca’s City para la ‘cena fuerte’. Aquí no hay conflicto, una parrillada de verduras y una de carne para compartir. Aunque el reparto va a ser desigual…

Desde la terraza del Luca’s se ve la de Paco Pepe. Reconozco que me parece la que tiene más encanto de Sevilla. Preguntamos si podemos sentarnos solo al postre y nos dicen que sí. Pedimos una copa y nos dejamos recomendar el Baklava. Nos encanta a todos, repetimos, pedimos otra copa y, de premio, nos ‘chupitean’ de nuevo.

Llega el toque de queda y el paseo hasta el hotel. Lo hemos pasado bien y se han alimentado «como reinas» (yo también). Queda claro que es posible pasar un día de tapas veganas en Sevilla. Lo hemos hecho sin repetir tapa. Lo que no tengo tan claro es si me uniría a esta dieta… ¿Me recomiendas alguna tapa vegana? ¿Que me vaya a gustar?